Estas últimas semanas he estado despidiéndome de los lugares y las personas. Ya... suena un poco pretencionso y profundo, pero soy una nostálgica empedernida... Me he pasado todo el mes cogiendo la bici y dando vueltas por Barcelona... De hecho, a la vuelta de Madrid, cuando vi Montjuïch desde el aeropuerto pensé "uff, en un año no te veré". Un año, que fuerte! Un año sin mi familia, sin mis amigos, sin mi ciudad... Lo de pensar en 12 meses lo llevo mal... aún estoy acostumbrada a los cursos académicos y eso de 12 me suena muy fuerte... todo el mundo se ríe de mi cuando cuento mi teoría de los 9 meses, pero esos 3 meses de diferencia... me pueden!
Y la próxima semana empieza lo más duro, las despedidas. Ya empecé en Madrid la semana pasada; fue como una salsa agridulce; me ha encantado estar otra vez con los colegas de clase, salir, tomar unas cañas, pero por otro lado me da penita porque sé que tardaré en verles de nuevo. Pero nada de depresiones, creo firmemente que esto es sólo el principio, y que vale, puede ser que no nos veamos tooooooooodos a la vez, pero seguro que nos iremos viendo. Son muchas frikadas compartidas y de repente pensar que no nos vamos a ver en un tiempecito, pero LA VUELTA SERÁ MUCHO MEJOR!!!
Ahora comienzo a ver Miami por todas partes... como se muestra en la foto. Además son datos super interesantes. A ver, ¿quién puede vivir sin saber en qué ciudad se bebe más zumo de ciruela? ¿Qué otras incógnitas se desvelerán en el futuro?